"La vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a levantarse; la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a quien te abrace y quien no quiera abrazarte pues que no te abrace y punto, y no pasa nada, él se lo pierde."

miércoles, 15 de enero de 2014

Después de tanto años sigo con el mismo problema: soy una cobarde indecisa.
Cada vez tengo más claro que nunca podré tener una relación duradera, que todo lo que pasa por mis manos se convierte en ceniza a la que le acabo soplando. Y sinceramente estoy harta y quiero y debo cambiar. Me refugié siempre en la esperanza de que alguien me querría tal como soy, y cuando así fue no supe corresponder. No es mi culpa, ¿acaso te puedes obligar a amar a alguien? Pero hay una diferencia significativa entre rechazar y escupir en la cara. 
Eché de mi lado a la persona que más apreciaba y posiblemente la que mejor me conocía. Le mentí, le utilicé, le creé falsas esperanzas para luego pisotearle, y sólo porque me sentía sola.
Y aquí estoy, en mi soledad rodeada de personas que deberían de hacerme feliz, o por lo menos una de ellas. Estoy sola emocionalmente, en cuanto a comprensión y desahogo. Vuelvo a la terrible etapa de guardarme mi mierda hasta que un día explote y destruya todo lo que me ha hecho feliz hasta ahora. Porque ese todo no lo comprenderá, se cansará y se irá. Y si no se va lo tendré que echar yo, porque nadie quiere vivir un amor fingido, y yo ya lo he experimentado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario