"La vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a levantarse; la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a quien te abrace y quien no quiera abrazarte pues que no te abrace y punto, y no pasa nada, él se lo pierde."

miércoles, 13 de junio de 2012

Yo sólo quiero a alguien con quien poder hablar de cine y de música, que no me mire raro cuando empiezo a hablar y desvariar sobre frikadas, que se ría conmigo de mis chistes malos y que entienda mis dobles sentidos. Que disfrute tanto como yo de una tarde de playa y música y que cante conmigo, y que entienda lo que quiero decir cuando le canto yo a él. Que me abrace sin que se lo tenga que pedir porque no lo haré aunque me muera de ganas, pero que lea en mis ojos ese 'te quiero' que pocas veces sale de mi boca. Que me acompañe al cine y no le moleste que haga comentarios en medio de la película y que al salir me invite a cenar en un restaurante chino y me enseñe a comer con palillos. Que entienda que tengo días malos, que me ignore cuando sea así pero que me venga a abrazar por la noche. Que pueda hablar con él y que me haga romper a llorar si lo necesito

No es tanto pedir.Yo sólo quiero a alguien que me escuche.

lunes, 28 de mayo de 2012

Los fracasos, las esperanzas, los 500 te quiero y los 1000 te odio. Y las lágrimas. Aunque fueran de mentira. Los dibujos en la mesa, las flores marchitas, los susurros en la feria, los gritos en el cine, los engaños físicos... Y mentales.

Las esperas, los acelerones, las llamadas y despedidas. Los sombreros y chalecos, las burbujas de jabón, los rayos de sol y las gotas de lluvia. Las cartas de amor y desamor, las expectativas y las realidades. Las copas y los bares, la playa y los pechos. Y la música.

Y los sueños. En la cama y en la clase. En la calle y en el coche. Y ellas. Y yo.

Los olores, los amigos que no se escuchan, las carreras por los grandes almacenes y los atardeceres a su lado. Y los amaneceres. Y las sonrisas anchas.

Las muñecas de trapo, los cromos alabeados y los cines de verano. Las bragas con lacitosy las calzas hasta las rodillas, las faldas con olor a naftalina y las cuevas de murciélagos. Ah! Y los disfraces de superhéroes, las máscaras reales... E imaginarias. La nata... Y las fresas. Los destinos. La carretera llena de curvas y las playas escondida. Los juegos de mesa y las absentas naturales. Los cigarrillos enriquecidos y los idiomas imposibles. Lo imposible de lo nuestro. Y la culpa.

Cuando todo el puñetero planeta me las recuerda. Cuando no existe canción o película sin historia, cuando sólo yo existo porque nadie me comprende. Entonces aparece alguien que te cuenta una historia parecida. Y sonríes, porque a pesar de todo el fatalismo, sufrimiento e incomprensión, la vida puede ser maravillosa.



-El texto no es mío, lo leí en una crítica a la película 500 Días Juntos, la cual recomiendo ver. Es de esas películas que, a pesar de ser tristes, te hacen sonreír... Quién sabe el por qué. Quizás porque es como si por fin encontraras a alguien que te comprende.

jueves, 19 de abril de 2012

Sopla el viento, el sonido de las olas acompaña al de los árboles en movimiento mientras mi cigarro se consume. Es este el único lugar sobre la faz de la tierra en el cual, por un momento, olvido mis problemas... Y lo echo de menos.
La lluvia no me permite ir, y en este mismo instante lo necesito, lo necesito muchísimo...

Poco a poco voy viendo como estoy haciendo que las personas que quiero se alejen de mí, y el problema soy yo. Por qué soy así? Por qué no me abro a los demás? No me gusta hablar de mis sentimientos, aunque me esté matando por dentro y eso, aunque me los calle para parecer más fuerte, no hacen más que demostrar lo débil que soy.

He pasado por muchas cosas, y con el tiempo he aprendido a callarme mis sentimientos y a escuchar los de los demás, pero estoy harta. Eso sólo hace que se me acumulen dentro, y que con lo más mínimo, explote, grite, llore, rompa cosas, como una loca... Pero no me sale, no quiero parecer frágil, no quiero que nadie piense que puede utilizarme, jugar conmigo y con mis sentimientos, y para eso, qué mejor que parecer que no tengo? 
La única persona a la que me gustaría contarle con todo lujo de detalles lo que se me pase por la cabeza, no hago más que fallarle... Y por qué? Quizás por hacerle creer a la gente que yo también sé engañar, sé jugar con las personas... 

Necesito tanto ese lugar... Y le necesito tanto a él... Madura Antía, madura.